EL CASTELLOT DE BOLVIR

EL CASTELLOT DE BOLVIR

El yacimiento arqueológico de El Castellot de Bolvir se encuentra situado en el extremo y zona más elevada de La Corona, una terraza natural avanzada de la llanura ceretana, delimitada por unas fuertes pendientes que únicamente permiten el acceso por la visera meridional.

El emplazamiento tiene un dominio visual del tercio de poniente de la comarca, y especialmente del estrecho de Isòvol, auténtico paso natural de entrada y salida del valle ceretano desde el oeste. Pero, además, desde El Castellot se tiene un control bastante eficaz de las antiguas vías de comunicación. Por un lado, a su espalda, se halla el camino real, la antigua strata ceretana y posible vía romana, que comunicaba Llívia con las tierras del Alt Urgell. Y por otro, está el curso del Segre, auténtico articulador del territorio, a unos pocos cientos de metros.

Así, no es de extrañar que en aquellas épocas en que las estrategias de control del territorio eran muy importantes, los habitantes de las tierras ceretanas vieran en El Castellot un lugar privilegiado desde el cual ejercer su influencia.

Los estudios arqueológicos han permitido distinguir tres fases de ocupación: la ceretana (siglos iv-ii a. C.), la iberorromana (siglos ii-i a. C.) y la medieval (siglos x-xii).

Por desgracia, estas tres poblaciones se establecieron en los mismos espacios. Esto ha dado lugar a un solapamiento de las tres fases en diversas áreas del yacimiento, donde han aparecido restos arqueológicos y arquitectónicos de cada momento. Ha sido tarea de los arqueólogos saber interpretar convenientemente cada uno de los elementos para poder ofrecer un discurso lógico y coherente sobre el desarrollo y la evolución histórica de este lugar a lo largo del tiempo.

Hasta la fecha, se ha excavado únicamente entre un 20% y un 30% de la superficie total del yacimiento. Por consiguiente, los datos e interpretaciones que se ofrecen tendrán que mejorarse y contrastarse a partir de la continua investigación científica.

Imagen 1: Perspectiva axonométrica de la fase ceretana.

Imagen 2: Perspectiva axonométrica de la fase republicana.

Imagen 3: Perspectiva axonométrica de la fase medieval.